Analía Alvarado, quien trabajó en la casa de Wanda Nara y Mauro Icardi en Italia, rompió el silencio y ventiló detalles desconocidos sobre la vida privada de la pareja. En una entrevista para el ciclo A la tarde (América), aseguró haber presenciado momentos muy tensos que involucraron discusiones familiares, conflictos con Maxi López y el sufrimiento de los hijos de la mediática.
“Con mi compañera pasamos cosas malísimas. Veíamos que se peleaban entre ellos, los chicos lloraban”, relató Analía al ser consultada por los panelistas del programa. Su testimonio reveló que las discusiones entre Wanda, Mauro y Maxi López no eran infrecuentes, y afectaban directamente a los menores.
La noche del escándalo en un restaurante
Cuando el panelista Luis Bremer le preguntó si había presenciado situaciones de violencia, la exempleada no dudó: “Sí, una vez en un restaurante. Creo que era el cumpleaños de uno de los chicos”, respondió.
Luego dio más detalles: “Maxi vino a buscar a uno de los nenes y se presentó la mamá de Wanda. Hizo un escándalo. Salimos corriendo con los chicos porque la señora Nora no quería que estuviera la mamá de Maxi en el festejo”.
La interna familiar desde adentro
Analía también habló sobre el ambiente dentro de la casa en Milán: “Compartíamos la habitación con los chicos. Había camas lindas, pero las peleas entre los adultos generaban un clima incómodo”, afirmó. Según su relato, tanto ella como su compañera eran interrogadas sobre lo que ocurría en la casa de Maxi cuando llevaban a los chicos de visita.
Si bien negó haber sufrido agresiones físicas o verbales por parte de Wanda Nara, reconoció que había discusiones fuertes: “No, nunca me pegó ni me insultó. Pero entre Mauro e Icardi se puteaban y discutían”, aclaró.
Wanda reveló cómo protegió sus carteras de la China Suárez
En paralelo, Wanda Nara también fue noticia esta semana por un llamativo comentario sobre su vínculo con la China Suárez. En un vivo de Instagram, la empresaria reveló que implementó medidas de seguridad para evitar que la actriz acceda a sus carteras y zapatos de lujo, tanto en su casa de Milán como en la de Estambul.
“Antes de volver a Argentina puse puertas blindadas y tengo acceso a todas las cámaras desde el celular. Tiene claves que solo yo sé”, aseguró, dejando entrever que no descuida ningún detalle de su vida personal ni patrimonial.