La separación entre Gimena Accardi y Nicolás Vázquez fue el drama del año, pero el foco se movió rápido hacia un nuevo capítulo: el supuesto romance de la actriz con Seven Kayne. Todo se disparó cuando una amiga compartió una historia en la que se veía a la actriz abrazada a un joven de tatuajes inconfundibles. Las redes no tardaron en hacer zoom, captura de pantalla y teoría conspirativa.
Antes de convertirse en una figura del trap, él era simplemente un chico que acompañaba a su hermano en pequeños recitales de bar. Tocaba la guitarra, hacía coros y llevaba la música como un refugio íntimo. Cuando ese proyecto se desarmó, quedó solo con el instrumento y la necesidad de encontrar un lenguaje propio. Esa transición lo llevó directo al mundo del freestyle, donde descubrió la chispa que necesitaba.
Seven Kayne, con raíces en Acassuso, fue moldeando un sonido donde el rock alternativo se mezclaba con lo urbano sin pedir permiso ni disculpas. Su estilo melódico, emocional y sin estridencias lo ubicó rápido en el mapa de los artistas que no sólo hacen hits, sino que representan a una generación que vive la música como identidad. Sus shows se llenaron y su nombre se volvió marca.
Mientras tanto, la actriz decidió bajar el perfil tras firmar la separación definitiva. Él, por su lado, siguió adelante con su vida sentimental sin mirar atrás. La historia parecía cerrada, al menos hasta que apareció esa imagen que reabrió todas las conjeturas.
EL NUEVO NOVIO DE GIMENA ACCARDI
Y ahí el rumor tomó forma: los seguidores no sólo reconocieron los tatuajes, sino también la cercanía entre ambos. Y fue justo en ese momento cuando volvió al centro la figura de Seven Kayne, ahora vinculada a la actriz en una narrativa digna de una novela de medianoche.
En una entrevista de años atrás, el artista lo dijo sin adornos: «Me lancé recién en octubre del 2017, y sí, fue muy poco tiempo. Pero estoy trabajando mucho, como corresponde«.