Pampita volvió a respirar. Luego del robo que sufrió en su casa el domingo 21 de septiembre, Pampa ya tiene en su poder lo más importante, los únicos objetos realmente de valor para ella: los teléfonos donde tenía guardados los videos y fotos de su hija Blanca Vicuña, fallecida en 2012 en Chile a los seis años.
Luego de horas de suma angustia, de muchos rezar con el corazón en la boca, y de pedir abiertamente que se los devuelvan, Pampita recuperó los dispositivos y demás documentación de sus hijos, objetos que afortunadamente los ladrones descartaron en un terreno baldío y que alguien encontró.
Fue Lizardo Ponce, vía La Tía Sebi, quien le dio a la modelo la noticia que le devolvió el alma al cuerpo. Emocionada, Pampa habló con el streaming La Casa y contó cómo se dio todo. «Ya tengo en mi poder los teléfonos. Disculpen que estoy emocionada. Todos los que perdimos un familiar sabemos lo que es ver un video o una foto y escuchar la risa de esa persona que tanto amamos y era material que para mí era muy importante”.
“Son teléfonos muy viejos que no hay manera de pasar el material a otro teléfono o no hay manera de bajar una aplicación y descargarlos. Había estado con especialistas y el material no se podía sacar», relató Pampita llorando en vivo en el programa luego de largas horas de angustia.
LA EMOCIÓN DE PAMPITA TRAS REENCONTRARSE CON LOS RECUERDOS DE BIANCA
Pampita conmovió a todos al contar que la caja fuerte que tenía en su casa era para cuidar esos teléfonos con las últimas imágenes de Blanca. «Las fotos siempre las sacaba de la pantalla cuando quería subir algo”, señaló. «Realmente lo importante que había en mi casa eran esos teléfonos. Lo demás son todas pavadas: carteras, anteojos. No me importa nada eso… Ayer recé todo el día”, dijo.
Y agregó cómo la ayudó el poder de la fe: “Lo único que tenía en mi pensamiento. Le pedí a Dios, le pedí a mi hija porque es lo único importante, no me queda más nada de mi hija y ustedes saben que es así. Lo que hemos perdido familiares sabemos lo que es. Confié y pedí a Dios y dije ‘alguien bueno tiene que haber que sepa donde está esto’ y mirá, fue muy rápido».
«Cuando Lizardo me dio la noticia yo estaba tramitando los pasaportes de mis hijos porque tienen un viaje, estaba en la embajada de Chile, y nos pusimos a llorar todos. Para mis hijos también es importante tener este material. Así que estábamos saltando de alegría», añadió.