Máximo Menem Bolocco, hijo de Cecilia Bolocco y del expresidente argentino Carlos Saúl Menem, abrió una ventana poco conocida de su historia familiar al hablar en el programa Sin Editar de Pamela Díaz. Con un tono sereno pero firme, relató cómo transitó la enfermedad y el final de su padre, marcando distancia del entorno que lo rodeaba en aquel momento.
En su testimonio, relató que la etapa final no fue cálida ni tranquila. “Él solo deseaba descansar, y sus últimos años no fueron plenos; fueron, de alguna manera, una forma de encarcelamiento”, expresó, describiendo una realidad emocional opresiva más allá de lo visible.
Máximo Menem Bolocco aseguró que su relación con su padre siempre se mantuvo bien, sin conflictos directos entre ambos. Lo complejo, según él, surgió de quienes gravitaban alrededor del expresidente. “Desde que él se fue, no siento necesidad de hablar con ‘ellos’ porque siempre terminaba en algún drama. Con mi papá nunca tuve mala relación. Con los demás, sí, pero no por mí”, sostuvo, marcando una frontera clara.
La conversación reveló un escenario íntimo donde las tensiones no se daban en lo afectivo, sino en lo social. El joven habló de una atmósfera cargada, de presiones externas y de decisiones que buscaban cuidar su salud emocional y su propio espacio personal.
LA CONFESIÓN DE MÁXIMO MENEM
En otro tramo, el hijo del expresidente mencionó que esa distancia fue necesaria para encontrarse con una versión más honesta de sí mismo y para mantener vivo un recuerdo distinto al que mostraban los flashes y los titulares. Carlos Saúl Menem, según describió, era para él un padre presente en lo emocional, aunque muchas veces silenciado por su propio entorno.
Y, en la reflexión más fuerte, cerró su pensamiento sin rodeos: “Yo agradezco que él se haya ido, porque fue la única manera de que descansara de verdad y también de que yo pudiera sentirlo cerca de otra forma, sin ruido, sin interferencias, solo él y yo en paz”.