Después de dos semanas de extrema tensión financiera, el Gobierno busca un salvataje para acelerar el ingreso de dólares. Por un lado, se oficializó la eliminación de retenciones a los granos y a las carnes vacunas y aviares mientras que Javier Milei y Luis Caputo viajaron a Estados Unidos con la intención de negociar un apoyo del Tesoro norteamericano para la Argentina.
El decreto 682/2025, publicado en el Boletín Oficial, dispuso la eliminación de los derechos a la exportación para los granos y subproductos de soja, maíz, trigo, cebada, sorgo y girasol hasta el 31 de octubre, una semana después de las elecciones legislativas. De todos modos, la normativa fijó un tope de US$7000 millones. Por la tarde, el vocero presidencial, Manuel Adorni, anunció que la quita de retenciones se extendía a las exportaciones de carnes bovina y aviar.
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La decisión implica un aliciente para mejorar el ingreso de dólares a costa de resignar recaudación. Es decir, que para asegurar tranquilidad cambiaria, el Gobierno cedió ingresos, por lo que inevitablemente se complicará el resultado fiscal o se deberá profundizar el ajuste por otras vías. Según estimaciones privadas relevadas por TN, el costo fiscal de la suspensión de retenciones al agro representará este año unos US$1000 millones, equivalentes al 0,15% del PBI.
“El stock de soja que queda por vender hasta que termine la campaña -hasta marzo- son 15 millones de toneladas. Son US$6000 millones. Más unas 12 toneladas de maíz, que son US$2400 millones. Estamos hablando de entre US$8000 y US$8500 millones”, explicó el consultor especializado Javier Preciado Patiño a TN.
Preocupación por los vencimientos de deuda y “puente” con Estados Unidos
La eliminación de las retenciones a los granos se da después de semanas de máxima incertidumbre en el frente financiero. El miércoles pasado, el dólar oficial superó el techo de la banda y el Banco Central vendió US$1110 millones de sus reservas en solo tres días. Además, el riesgo país quedó por encima de los 1400 puntos, lo cual alejó aún más el plan oficial de salir a los mercados internacionales de deuda para refinanciar los vencimientos del próximo año. Para cumplir ese objetivo, el indicador que mide JP Morgan debería estar entre los 400 y 500 puntos.
Si bien la primera reacción del mercado este lunes fue positiva y varios de esos indicadores retrocedieron, lo cierto es los próximos meses serán exigentes en materia de vencimientos. De acuerdo con la consultora 1816, en los meses que quedan de este año hay compromisos de deuda por US$3500 millones entre bonos privados, pagos al FMI, Club de París y otros organismos internacionales, Bopreales y repos del Banco Central. En la misma línea, Matías Rajnerman, jefe de macroeconomía del Banco Provincia, estimó que hasta el cierre de 2025 los vencimientos en moneda extranjera representan US$3287 millones.
Para 2026, según 1816, esos vencimientos ascienden a US$16.900 millones. “Entre septiembre 2025 y diciembre 2027 los vencimientos en Dólares de Tesoro y BCRA suman US$34.200 millones sin contar los pagos a organismos ex FMI, que podemos asumir que se renuevan. Sin compra de dólares, las reservas netas (hoy positivas en US$6400 millones) se volverían negativas ya en febrero de 2026, de modo que pensamos que post-elecciones habrá cambios en la política cambiaria. De hoy a fin de mandato habría que comprar unos US$1000 millones al mes si asumimos rollover nulo y reservas netas nulas hacia diciembre de 2027“, analizó.
En ese contexto, el Presidente y el ministro de Economía partieron a Estados Unidos con el objetivo de negociar algún tipo de ayuda económica adicional. El secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, confirmó un encuentro con los funcionarios para este martes y dijo que estaba “dispuesto a hacer lo necesario para apoyar a Argentina”.
También aseguró que todas las alternativas están sobre la mesa: “Estas opciones pueden incluir, entre otras, líneas de swap, compras directas de divisas y compras de deuda pública denominada en dólares estadounidenses del Fondo de Estabilización Cambiaria del Tesoro”.
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Entre esas líneas, la que más resonó en los últimos días es la del Fondo de Estabilización Cambiaria, que puede incluir el envío de dólares, divisas extranjeras o Derechos Especiales de Giro, la moneda del FMI. Ese instrumento funcionaría como un “puente financiero” para socorrer eventos puntuales y todavía quedarían por conocer los detalles de sus condiciones.
“La Argentina ya accedió al FEC en los 90s (1994 por US$1700 millones). Brasil, Uruguay y México también lo hicieron. La mayoría de los créditos suelen ser de corto plazo, 6 meses, y funcionan como un crédito puente para hacer frente a pagos determinados”, explicaron en la consultora Outlier.
“En caso de México post Tequila fue una excepción, por monto (US$20.000 millones) y plazo, pero tuvo como contrapartida compromisos de reformas y garantía de pagos con los beneficios de PEMEX (petrolera estatal). De hecho, hoy la única línea abierta es un swap con México por US$9000 millones. El Banco de la Reserva Federal de Nueva York (FRBNY) actúa como agente financiero del FEC y el secretario del Tesoro es el responsable cuando los créditos no son superiores a los 6 meses. Por plazos superiores, ya entra la firma de Trump. El último en acceder fue Sudán (2021), por US$1200 millones para cancelar montos impagos con el Banco Mundial. El crédito ya fue cancelado y nuevamente EE.UU. impuso condiciones”, cerraron en esa firma.